INTOLERANCIA RELIGIOSA

Cualquier persona que se opone al Catolicismo Romano es catalogada inmediatamente como un fanático, intolerante a otras religiones o un traficante de odio. Estas falsas acusaciones son mostradas por un sistema cuyas propias cadenas de intolerancia y fanatismo han estrangulado hasta a la más libre de las naciones. Cuando hablamos de libertad, nos referimos, al gobierno mismo del pueblo, por el pueblo y para el pueblo en todos los asuntos civiles. Cuando hablamos de libertad de conciencia, queremos decir, que a cada hombre se le permitirá adorar a Dios según le dicte su propia convicción personal. Pero cuando el Catolicismo habla de libertad, se refiere a la libertad del papado para gobernar al mundo a través del papa y sus agentes, bajo un disfraz de unidad anti bíblica. El Papa Pio IX declara que el tiene “…completo poder sobre todo el mundo, tanto en los asuntos civiles como eclesiales”, y el no aceptar esto es impío y herético. Cuando el Catolicismo habla de libertad de conciencia se refiere “al derecho de adoptar, profesar y practicar la religión Católica.”

La primera Enmienda dice:

“El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente.”

Que gran contraste hay entre nuestra constitución y la del Papa León XIII (1903) en Libertad:

“Es ilegal demandar, defender o conceder libertad incondicional de pensamiento o de palabra, o de prensa, o de culto, como si éstos fueran derechos que la naturaleza le ha dado al hombre.”

Estas dos declaraciones ponen al Catolicismo Americano en un dilema de mantener dos conflictos ideológicos simultáneamente (en el libro publicado en 1984 por George Orwell llamado “pensamiento dual”).

En el libro Vicarios de Cristo: La cara oculta del papado, por Peter de Rosa, en las páginas 150-151, se reconoce este dilema:

En el estado (Estados Unidos) un católico se alegra abiertamente, en la completa libertad de adorar y en la democracia. El da por sentado que la libertad conduce a una profundización de la verdad. El utiliza a sus líderes para presentarse ante ellos para su aprobación. El puede votar tanto dentro como fuera. El Católico Demanda conferencias de prensa, libertad de información, sin restricción de prensa, que es como un segundo gobierno. En la iglesia, un católico tiene que presentar total discreción y rendición de cuentas.  No hay opciones, ni elecciones. No es obispo o papa, lo que a él le concierne es, votar dentro o fuera. El tiene que aceptar lo que se le ha dado. En la iglesia, no hay conferencias de prensa, ni controles y saldos, ni explicaciones. El control de la cima es absoluta [“el absoluto poder corrompe completamente”]. La impresión dada es que la libertad y la discusión conducen a la disolución de la verdad.

El Papa Juan Pablo II desfilaba alrededor del mundo como un campeón de la libertad y la verdad para todo el mundo, para todo el mundo, exceptuando aquellos que forman parte de su propio sistema romano. Teólogos tal como Kung y Curran fueron silenciados y sus trabajos suprimidos porque ellos se atrevieron a desafiar la doctrina Romana. Hans Kung, un teólogo Católico y profesor de historia negó la doctrina de la infalibilidad basado en que la historia se demuestra de otra manera. Si este hombre tuvo alguna evidencia histórica, ¿No seria más justo que todas las personas tratasen abiertamente con esos hechos históricos, que llegar a la conclusión de que el papa es infalible porque el lo dice? Cuando se trata de imparcialidad y rectitud en todos los sentidos, la ventaja esta del lado de los Protestantes. Puesto que ellos apelan a la razón (Isa. 1:18) y examinan la historia por sí mismos y no temen sopesar ambos lados de un argumento, ejercitando su propia inteligencia y juzgando de forma individual lo correcto de lo incorrecto (Heb. 5:13-14), verdad de la falsedad. Pero el Católico no emplea su propia razón o juicio para examinar por si solo, sino que se satisface en aceptar cualquier cosa anunciada por la “autoridad” eclesial. A ellos se les dicen que no pueden interpretar las escrituras. Estuvimos en el internet y entramos a un chat católico. Decidimos no decir nada personal, sino solo citar versos de la Biblia. Diana escribió 1 Tim.4:1:

“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.”

La respuesta que recibimos fue “Esta es tu interpretación, Di.” Ellos no se daban cuenta que Diana no estaba interpretando nada. Ellos respondieron de la manera en que fueron enseñados, inconscientes de que en realidad habían interpretado 1 de Timoteo por sí mismos, al entender que esta escritura reprende al Catolicismo por prohibirles que no coman carne y prohibir a los sacerdotes casarse, como doctrinas de demonios. ¿Una pequeña convicción tal vez? No es necesario decir que fuimos expulsados por citar las escrituras en ese chat  Católico. Ellos afirman que están a favor de la libertad religiosa, hasta tanto no interfiera con sus conceptos anti bíblicos. ¿Pero no es de eso que se trata la libertad? ¿La libertad de estar en desacuerdo? Si tú vas a la sala de chat “Bible 1611”, ellos van a discutir cualquier cosa, abierta y honestamente, incluso la critica de ellos mismos, sin miedo a las respuestas por la fe que ellos profesan. ¡Qué diferencia en cuanto al espíritu! La falta de educación ha marcado nuestra sociedad, dejando más americanos inconscientes de las continuas agendas de Roma, haciendo que el pueblo sea un mero instrumento de la exigente jerarquía, “un imperio de la gran ramera” (Ez. 16:30), cuya profesión de moderación y libertad son ilusorias y poco sinceras. Se ha dicho con razón:

“Roma en la minoría es un cordero. De igual a igual es un zorro. Y en la mayoría es un tigre.”

Aquí en la América protestante, la iglesia Católica Romana tiene la misma libertad como cada una de las iglesias, convirtiéndola en una igualdad. Por lo tanto, ella debe ser lista como un zorro. Ella usara territorio americano para construir su iglesia, con deseo de sentar las bases para destruir la libertad religiosa, que su propio derecho le confiere. Cuando los hechos históricos son examinados, los protestantes no se muestran como fanáticos, sino más bien como campeones de la libertad política y religiosa. Fueron los protestantes quienes encontraron una nación construida bajo principios bíblicos. “…donde esta el Espíritu de Dios, hay libertad” (2Cor.3: 17).

Por otro lado, el Catolicismo ha mantenido una tiranía, y un gobierno represivo hasta el punto de llevar a la muerte a cada persona que se atreva a estar en desacuerdo con ella. Vamos echar un vistazo a algunas reflexiones sobre la libertad religiosa, que han sido expresadas por diferentes escritores Católicos a lo largo de la historia, escritores, puedo agregar, que el Catolicismo ha sancionado. Uno de esos hombres es “Santo” Tomás de Aquino quien declaró en su obra Suma Teológica, Vol. IV, pagina 90:

“A pesar de que los herejes no deben ser tolerados porque se lo merecen, debemos soportarlos, hasta que, por una segunda amonestación, puedan ser devueltos a la fe de la iglesia. Pero aquellos que, después de una amonestación, siguen siendo obstinados en sus errores, no sólo debe ser excomulgado, sino que deben ser entregados al poder secular para ser exterminados.”

Y de nuevo:

En cuanto a los herejes concierne, la herejía es un pecado por lo que ellos merecen no solo ser separados de la Iglesia por la excomunión, sino también ser excluido de la vida por la muerte. (Vol. II, 154).

En el órgano oficial Jesuita, Civilización Católica (Civilta Cattolica), publicado en Roma en Abril de 1948, leemos:  

La Iglesia Católica Romana, convencida por sus privilegios divinos, de ser la única iglesia verdadera, deberá exigir el derecho a la libertad sólo para ella, porque tal derecho sólo puede ser poseído por la verdad, nunca por el error. En cuanto a otras religiones, la Iglesia sin duda nunca saca la espada [a pesar de que ella ha forzado al derecho civil a hacer eso], pero exigirá que por medios legítimos NO SE LE PERMITA PROPAGAR FALSA DOCTRINA. En consecuencia, en un estado donde la mayoría de los habitantes son católicos, la Iglesia necesitara negarse a la existencia legal del error, y que si realmente existen las minorías religiosas, tendrán de hecho sólo una existencia, sin la oportunidad de difundir sus creencias... En algunos países, los católicos serán obligados a pedir plena libertad religiosa para todos, resignados, por ser forzados a convivir donde solo le permiten el derecho a vivir. Pero al hacer esto, la Iglesia no renuncia a su tesis, que sigue siendo la más imperativa de sus leyes, sino que simplemente se adapta a las condiciones de derecho que deben tomarse en cuenta en los asuntos prácticos... La Iglesia no puede avergonzarse de su propia falta de tolerancia, como ella lo afirma en principio, y lo aplica en la práctica. "(El énfasis es mío)

Nosotros recibimos muchas cartas de católicos, quienes insisten en que lo que escribimos es correo de odio. Un escritor (V.K. de Bowling Green) escribió, “yo veo a Pat Robertson y a Robert Sungenis reprochando con vehemencia a FCFC. Evidentemente, el Protestantismo y el Catolicismo se unen en la desaprobación del ministerio anti-católico”. Esto es algo muy preocupante, pensar que nuestros “hermanos Cristianos” están uniéndose con “La Ramera de Babilonia”, para quitar nuestras libertades de hablar lo que dicta a nuestra conciencia. Esto no es nada menos que una sutil inquisición. ¿Por el bien de la “unidad” deberíamos perder nuestro libre derecho de prensa, libre expresión, y la libertad de hablar claro contra la mentira? ¿Por qué Pat Robertson se une con el catolicismo para poner fin al aborto, sin embargo, no le hace frente a su idolatría o a su blasfemia? Pecado es pecado, ya se trate de asesinato físico, o asesinato espiritual. ¿Seremos nosotros eventualmente perseguidos como aquellos que viven en países bajo el control católico, tal como Brasil, América Latina, Las Filipinas y México? Recuerden, que fue tan reciente como el 20 de Febrero que el correo de Denver reportó que:

“Un estimado de 15,000 personas han sido expulsadas, algunas veces a punta de pistola, de sus hogares y tierras, a causa de la religión que ellos practican…Los ‘expulsados’ son evangélicos y otros protestantes… quienes fueron arrojados de sus comunidades por autoridades locales los cuales son católicos.”

Esto está pasando ahora en México; como hemos declarado en nuestros artículos anteriores, “la casa de una mujer fue incendiada y ella recibió un disparo en la cara con una escopeta cuando trato de rescatar a sus hijos. Ella escapó entre los campos de maíz de la casa de otro cristiano, quien se tomó tres horas a pie para llevarla a un hospital. Sus hijos fueron encontrados después, muertos en el fuego o mutilados por golpes de machete. Cuando ella se recuperó, fue forzada a unirse a un campo comunitario (o ghetto) con miles de otros cristianos cuyos hogares, también habían sido confiscados por sus agresores los Católicos Romanos.” ¿Es esto a lo que el Catolicismo llama “libertad”? Aquí esta lo que Roma realmente siente sobre la libertad de culto, independientemente de la frasecita del Papa: “hacer que ellos se sientan bien”.

“Los herejes no solamente deben ser excomulgados, sino también condenados a muerte” (Enciclopedia Católica, Vol. XIV, 768).

El Protestantismo de toda índole no tiene, y nunca podrá tener, ningún derecho donde el Catolicismo es triunfador” (Revisión de Bronson).

“Los métodos no católicos de adorar a Dios deben ser una falsificación marcada” (Living our Faith, Flynn, Loretto, y Simon, un libro de texto usado extensamente en la secundaria, 247).

“En ellos mismo, todas las formas de Protestantismo son injustificables. Ellos no deberían de existir” (América, 4 de Enero de 1941).

“La verdadera iglesia (Católica Romana) no puede tolerar iglesias extrañas además de la suya” (Enciclopedia Católica, Vol. XIV, 766).

Declaramos, decimos, definimos y pronunciamos, que deben estar sujetos al Pontífice de Roma. (Papa Bonifacio VIII, Enciclopedia Católica, Vol. XV, 126).

Ningún católico puede aprobar positivamente y sin condiciones la separación de la iglesia y el estado. (Monseñor O`Toole, Universidad Católica de América, 1939).

El Papa es el juez supremo, incluso de las leyes civiles, y es inapropiado para el estar realmente obligado a ellas. (Civilización Católica).

“Libertad individual es solo una anarquía mortal” (Papa Pío XII, 6 de Abril de 1951).

“Gregory XVI, en Mirari vos de Agosto de 1832, describió la libertad de conciencia como una locura. Se dijo que la libertad religiosa, fluye de ‘el manantial más hediondo del indiferentismo’. El sentenció las libertades de adoración, de prensa, de asamblea y educación como una cloaca inmunda llena de ‘vomito herético’” (Vicarios de Cristo, Peter de Rosa, 146).

“En 1520, León X condenó a Lutero por atreverse a decir que incendiar a los herejes estaba en contra de la voluntad de Dios. Gregorio XIII conmemoró con gozo la masacre del St. Bartolomé en la noche del 24 de Agosto de 1572 cuando miles de cristianos Huguenot murieron. Clemente VIII atacó el edicto de Nantes en 1598 porque le dió igualdad de ciudadanía a todos, sin tomar en cuenta su religión. El edicto fue revocado en 1685 para deleitar a la iglesia: en un plazo de tres años, cincuenta mil familias Protestantes dejaron a Francia, más dispersos en el extranjero, dijo Voltaire, que los mismos judíos. Inocente X, mientras tanto, hubo condenado la paz de westfalia por atreverse a conceder la tolerancia a todos los ciudadanos, sin tomar en cuenta su religión o la falta de ella. En todos los casos y durante siglos, la iglesia Católica orgullosamente proclamó los dogmas de la intolerancia religiosa” (Vicarios de Cristo, Peter de Rosa, 145).

“Por lo tanto, todos los Católicos, están obligados a aceptar El Sílabo de Errores del Papa Pio IX” (Enciclopedia Católica, Vol. 14).

En caso de que algunos nuestros lectores no estén familiarizados con el Sílabo de Errores, estas son sólo algunas de las creencias que los católicos están “obligados a aceptar”:

15. “Ningún hombre es libre de abrazar la religión que el cree ser la verdadera, guiado por la luz de la razón. 17. No se puede abrigar esperanzas de salvación eterna de cualquier religión, fuera de la verdadera iglesia de Cristo. 24. La Iglesia tiene poder de emplear fuerza y (ejercer) directa o indirectamente el poder temporal. 42. En conflictos legales entre poderes (civil y eclesiástico) la ley eclesiástica prevalece. 57. Principios filosóficos, ciencia moral, y leyes civiles pueden y deben ser sometidas a la autoridad divina y eclesiástica.

Hay suficiente evidencia en estas citas, sólo para probar que el Catolicismo no tolera la libertad religiosa. ¿Cómo puede un católico estar obligado por los Sílabos y a pesar de todo ser capaz de firmar estos convenios ecuménicos? Esta es una evidente contradicción. Solo escuchen el convenio que los católicos y cristianos evangélicos firman, #33 teniendo en cuenta que su sistema se opone a cualquier unidad con los no católicos:

“La libertad religiosa esta conectada en sí misma y es un producto de la fe religiosa, como es evidente en la historia de los Bautistas y otros, en este país. Hoy, nosotros nos regocijamos juntos, de que la iglesia Católica Romana – como se afirmó en el Concilio Vaticano II, y ejemplificó valientemente en el sacerdocio de Juan Pablo II – esta fuertemente comprometida con la libertad religiosa y en consecuencia, a la defensa de todos los derechos humanos…”

Como señalé anteriormente, el Papa Juan Pablo II, no permite libertad fuera de su propia iglesia, entonces ¿Por qué deberíamos confiar en que él es sincero cuando clama por la libertad del mundo? Y te darás cuenta de que la firma del Papa no esta en el convenio ecuménico firmado por Pat Robertson, Chuck Colson, y otros. ¿Por qué no? Porque él no tuvo intenciones de seguir este documento. El Vaticano II reafirmó a todos los anatemas de Trento, pero usted no ve eso en un documento elaborado. También ellos parecen estar o incapacitados o sin querer entender, la forma en que han perdido por completo su libertad por una conformidad con los requerimientos de este sistema eclesiástico. Déjenme resumir este artículo con una cita de Paul Blanshard:

“El mismo Papa que designa obispo y cardenal en los Estados Unidos, también designa a cada obispo y cardenal en España. El mismo Papa que permite a obispos americanos declarar en los Estados Unidos que ellos están a favor de la separación de la iglesia y el estado en este país no católico, anima a sus obispos hispanos a perseguir directamente una oposición política en la España Católica. Esto es el Vaticano y el Gobierno Franco que conjuntamente niegan a todas las iglesias Protestantes y Sinagogas judías, las libertades cuyos líderes de la iglesia en los Estados Unidos profesan creer. Entre ellos tienen abolido tanto la democracia política como religiosa, por una unión de iglesia y estado, que es la negación pluscuamperfecta de los principios Americanos” (Folleto, Justicia Eclesiástica en España).

Por Rebecca A. Sexton

Antiguos Católicos para Cristo

RESUMEN

Por favor, no se deje engañar creyendo que la iglesia Católica Romana ha cambiado su posición sobre el tema de ser la única autoridad verdadera en todo el mundo. El Vaticano solo está pretendiendo ser tolerante al ejercicio religioso, hasta que llegue el tiempo en que ella pueda gobernar completamente con seguridad y eficacia los asuntos, tanto temporales como espirituales.

Recuerde también, que este Papa, Juan Pablo II, quien autorizó este concordato es el mismo papa quien reintegró este oficio de defensor de la fe [el antiguo oficio de la Inquisición]. ¡La sola razón de que él reintegrara este oficio, después de 150 años, es que él intenta usarlo otra vez! En NOTICIAS1052, “Notas de Seminario: Casa de Teosofía”, reportamos que el Plan del Nuevo Orden Mundial demanda que el Papa Católico Romano sea el líder espiritual supremo de la Religión del Nuevo Orden Mundial. Este plan coloca al Papa como el Falso Profeta de Apocalipsis 13.

No se deje engañar. “Pruebe los espíritus”, a ver si ellos provienen de Dios, especialmente en este tiempo, el fin de los tiempos. Sea cauteloso, vigilante, y camine junto a Dios.

David Bay

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