Los Baches son los que escalamos

Un hermano y hermana, estaban escalando un sendero de montaña empinada de Noruega. La derretida nieve y el flujo del agua había arrastrado mucho del suelo, así que las prominentes piedras y raíces del sendero que se alzaba se veían mucho mas retadores. Mientras los dos niños luchaban hacia la cima, halándose y continuando juntos, la niña dijo “¡Pedro, esto no es ningún sendero! ¡Esto es todo pedregoso y con baches!”

El niño respondió, “Es cierto, pero es por los baches que tu escalas”.

Los alpinistas saben bien esto. Algunos incluso han hecho baches y los han adherido a las aberturas para poder escalar.

Pero la mayoría de nosotros no necesitamos buscar por piedras para escalar adicionales, pues Dios las ha colocado ya por nosotros. Estas son una parte vital de las vidas de aquellos que “prosiguen a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:14). Si mantenemos nuestros ojos en El, las intimidantes rocas sólo nos ayudaran en nuestro viaje hacia la meta. Sus manos gentilmente cuidadosas nos levantaran hacia delante y hacia arriba a pesar de los obstáculos en la vía.

Nuestro Pastor modela el sendero de baches hacia la victoria. El dejó Su esplendor celestial y echó a un lado sus derechos, riquezas, majestad y honor. Nacido en un sucio, hediondo refugio de animales, nos recuerda que aquí en esta tierra no tenemos mas que exigir de las comodidades terrenales que las que tuvo nuestro Rey. Su concepción confusa parecía vergonzante a los ojos del hombre y la misión de Su vida lo condujo a una muerte humillante en la cruz. Pero entonces vino la resurrección, y todo cambió.

Sus palabras a Sus amigos colocan nuestra mente en Sus triunfos en medio de las tribulaciones:

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33

Su hermano, Santiago, había también aprendido a escalar mas arriba en los baches de la vida. Ahora nos llama a seguir.

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”

"Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna."Santiago 1: 2-4

El mundo a nuestro alrededor nos proclama un mensaje contrario: Busca por el número uno, pelea por tus derechos, imagina a un dios que encaje con tu visión, crea tu propia realidad, ten fe en ti mismo… Tienes poder dentro de ti para ser arquitecto, el iniciador, el creador… estas en control, Tu puedes ser como Dios.

Estas mentiras tentadoras, ofrecen una ilusión atractiva de un suave, y espacioso sendero a la felicidad si solo entras en contacto con tus sueños y deseos. Pero se burla del sendero de Dios, propósito y provisión para nosotros: La vía de la cruz. No es de extrañarse porque tan pocos eligen el sendero estrecho, lleno de baches.

Nuestro Autosuficiente Rey nos ofrece poder para triunfar sobre los baches de la vida diaria. El no nos apartará de las pruebas dolorosas que prueban nuestra fe y resistencia. Pero, a diferencia de las falsas promesas del engañador, las promesas de Dios vienen con el poder y la autoridad para vencer cada guerra – no importando que tan fiera sea la batalla. A diferencia del engañador, el no promete una vida fácil, felicidad mundana o un sendero suave, pero El nos da la fuerza y perseverancia para vencer cada obstáculo a una vida de gozo con El por siempre.

¿Cómo podemos demostrar el triunfo de este sendero estrecho, lleno de baches, para aquellos que viajan en la ancha autopista popular que conduce a la muerte?

Por nuestra cuenta, usted y yo no podemos amar al que no puede ser amado, alcanzar al inalcanzable, o escalar alturas imposibles. Pero Jesús, el Soberano Señor del universo vive en nosotros. Nada es Imposible para El. Que el demuestre a nuestros vecinos, amigos y familiares Su asombroso poder en nosotros – triunfos maravillosos que son todos mas visibles y portentosos por los baches que escalamos que parecían imposibles de escalar.

“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.” 1 Tesalonicenses 5:24

Por Berit Kjos


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